Cuando SNAP Falla, l@s sobrevivientes pagan el precio

Al concluir el mes de concientización sobre la violencia doméstica, much@s sobrevivientes quedaron preocupad@s por cómo pondrían comida en la mesa si los pagos del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) de noviembre se retenían durante el cierre del gobierno. En el último momento, dos jueces ordenaron al gobierno aprovechar los fondos de emergencia y asegurar que lleguen los pagos a los 42 millones de personas que dependen de SNAP. Si bien este fallo ofreció algo de alivio para entrar al fin de semana, la crisis está lejos de terminar.

Los $4.65 mil millones en fondos de emergencia destinados para los pagos de SNAP de noviembre no son suficientes para cubrir los $8 mil millones necesarios cada mes. Como resultado, se espera que l@s beneficiari@s reciban solo la mitad de sus beneficios habituales, y much@s enfrentarán demoras.

L@s sobrevivientes de violencia doméstica, sexual, en el noviazgo y acoso a menudo enfrentan la decisión imposible entre llegar a un lugar seguro y poder comprar alimentos. Much@s no van a un refugio a menos que estén segur@s de que su familia tendrá comida mientras sanan y planifican un futuro diferente.

Para much@s sobrevivientes latin@ inmigrantes, ese apoyo, que en muchos casos llega a través de SNAP, ya no está disponible, aunque sigue siendo un salvavidas esencial para quienes aún pueden acceder a él.

Cuando un@ sobreviviente arriesga la seguridad de su familia, solo para que su tarjeta EBT deje de cargar a la mitad o permanezca vacía todo el mes, el gobierno pierde la confianza de l@s sobrevivientes. L@s sobrevivientes latin@ ya enfrentan barreras inmensas al buscar ayuda. Much@s temen que sistemas como los tribunales, los refugios o los programas de beneficios públicos no estén construidos para ell@s. Líderes comunitarios y organizaciones culturalmente específicas han trabajado incansablemente para hacer estos sistemas más accesibles, sabiendo que tod@s merecen las herramientas para vivir una vida libre de violencia.

Poner en peligro SNAP arranca el hilo de estabilidad de debajo de las sobrevivientes que ya están luchando por mantenerse en pie. L@s sobrevivientes necesitan un gobierno abierto que cumpla sus promesas, sin interrupciones, sin excusas y sin poner en peligro la atención médica que salva vidas.

L@s sobrevivientes no pueden esperar. Hable con sus representantes sobre cómo el cierre del gobierno pone en riesgo a l@s sobrevivientes de violencia doméstica y sexual al cortar la asistencia alimentaria y la atención médica – dos apoyos esenciales para escapar de la violencia y reconstruir sus vidas. Comparta por qué el Congreso debe reabrir el gobierno, financiar completamente SNAP y proteger los servicios de salud de los que tant@s sobrevivientes dependen.

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