¿Es abuso?
El abuso ocurre en todas partes.
El abuso ocurre en todas las culturas, edades, razas, nacionalidades y niveles socioeconómicos. Puede darse en todo tipo de relaciones, incluidas aquellas entre miembros de la familia.
- ¿Te asusta el temperamento de tu pareja?
- ¿Te da miedo estar en desacuerdo?
- ¿Sientes que tienes que justificar cada cosa que haces, cada lugar a donde vas o cada persona con quien te reúnes, para evitar que la pareja se enoje?
- ¿Tu compañer@ te hace sentir mal para luego decirte que te ama?
- ¿Mantienes distancia de tus amistades y familiares porque si no lo haces tu pareja sentiría celos?
- ¿Has sido forzad@ a tener sexo cuando no lo querías? ¿O incómod@?
- ¿Has tenido miedo de terminar una relación porque la persona te ha amenazado con hacerte daño?
- ¿Te hace daño tu pareja?
- ¿Sientes que la familia de tu pareja o tu propia familia te intimida o controla?
- ¿Alguien te niega medicamentos que necesitas para mantener una buena salud?
Si respondiste “sí” a cualquiera de estas preguntas, es posible que estés sufriendo abuso.
La violencia doméstica
puede manifestarse de muchas maneras...
- Abuso psicológico o emocional (amenazas, insultos y agravios)
- Abuso físico (golpear, patear, dar puñetazos, asfixiar agarrando por el cuello)
- Abuso económico (controlar el dinero, apropiarse del cheque de tu salario, acosarte u hostigarte en el trabajo o buscarte problemas con tu jefe)
- Abuso sexual (obligarte a tener sexo o a determinados actos sexuales u obligarte a mirar ciertos actos sexuales)
- Intimidación (amenazarte con quitarte a tus hij@s o con echarte de la casa, tirarte cosas o golpear las paredes, golpear a tu mascota, amenazar con hacerle daño a l@s niñ@s, a personas que amas, a tu mascota, o posesiones que tienes en el extranjero)
- Diferentes formas de abuso pueden tener lugar en persona o a larga distancia por teléfono, por mensajes de texto, por las redes sociales, por correo electrónico, etc.


La violencia doméstica
puede ocurrir entre personas de la misma familia o personas que se encuentran en una relación...
- Esposo y esposa
- Una pareja que no se ha casado – incluyendo a jóvenes que están en una relación
- Una persona adulta y su padre/madre de la tercera edad
- Entre una persona y su familia
Mitos y hechos
Existen muchos mitos sobre la violencia doméstica que perpetúan una imagen distorsionada de cuál es su naturaleza y cuáles son sus causas. Los siguientes ejemplos son parte de una lista que creamos para motivar a las personas a examinar sus creencias y proveerles información correcta.
Las personas que usan la violencia no tienen más ira que el resto de nosotr@s. Utilizan la ira como excusa y justificación para su comportamiento. Tod@s tenemos ira o sentimos rabia en algún momento, pero much@s de nosotr@s no tenemos que expresarla maltratando a otr@s.
Comportarse de manera abusiva no es perder el control, por el contrario, es cuando en la pareja un@ de l@s miembr@s ejercita su poder y control sobre el otro.
La violencia doméstica afecta a todos los grupos demográficos – sin importar la raza, etnia, estatus socio-económico, clase social, orientación sexual, ocupación o educación.
Las drogas y el alcohol pueden incrementar el nivel de peligro en situaciones de violencia doméstica y se han visto presentes en al menos un 50% de los casos. No obstante, muchas personas alcohólicas o que usan drogas no usan la violencia, y muchas personas que usan la violencia no usan el alcohol ni las drogas.
Las personas que usan la violencia y también alcohol o drogas, tienen problemas adicionales que enfrentar si quieren recibir ayuda (su adicción y su comportamiento abusivo). Cada uno de estos problemas debe tratarse independientemente.
Las personas con problemas de salud mental no son más violentas que la población en general. Muchas personas con enfermedades mentales no abusan de l@s demás y muchas de las que abusan de otr@s no tienen enfermedades mentales. Aquell@s que usan la violencia y tienen problemas de salud mental tienen problemas separados que deben abordarse de forma independiente.