Sobrevivientes como Laura encuentran seguridad, se reencuentran con sus hijos y comienzan un camino hacia la sanación duradera con la defensa y el apoyo de Esperanza United.
La historia de Laura nos recuerda lo que es posible cuando el apoyo culturalmente específico se encuentra con la resiliencia. A principios de este año, Laura, una madre latina en una zona rural de Minnesota, huyó de una situación de violencia doméstica severa en busca de un hogar seguro para ella y sus hijos. Después de tomar esa valiente decisión, enfrentó nuevas e inesperadas barreras: le negaron la asistencia de vivienda porque no contaba con registros formales de ingresos, y sus hijos fueron retirados temporalmente por los servicios de protección infantil porque su situación fue juzgada como inestabilidad en lugar de fortaleza.
Estuvo al borde de perderlo todo.
Cuando Laura llegó a Esperanza United, nuestro equipo de defensoría no solo vio sus desafíos: vimos su resiliencia. Con un acompañamiento basado en su cultura y su idioma, la apoyamos para conseguir vivienda estable, reunirse con sus hijos y navegar sistemas complejos con dignidad.
Con un hogar seguro, Laura comenzó terapia y encontróo ecuperó su voz. También se enfocó en el cuidado de sus hijos, y en particular de uno de ellos, quien había comenzado a mostrar señales del trauma que habían sostenido. En lugar de etiquetarlo como un “niño problemático”, reconocimos lo que realmente necesitaba: cuidado, comprensión y sanación.
El valor de Laura, junto con el apoyo culturalmente receptivo de Esperanza United, transformó la manera en que los sistemas locales la veían y cómo ella misma se veía: como una sobreviviente y madre fuerte y capaz. Su historia es de fortaleza, sanación y transformación – y refleja lo que es posible cuando la defensoría centrada en la comunidad está en el corazón de la respuesta.